Si eres una persona responsable y comprometida a veces te costará desconectar del estudio, o quizás las preocupaciones te acompañarán incluso en tu tiempo de descanso. No existe una barita mágica que te haga desconectar, pero sí una serie de trucos o acciones que te ayudarán, y que repetidos rutinariamente instaurarán en tu cerebro este aprendizaje, la deseada desconexión.
Lejos de lo que puedas pensar, desconectar del estudio y descansar es necesario para ser más productivos, y no hacerlo tiene consecuencias negativas: sociales, físicas y psicológicas.
- Organiza tus tareas y lleva el trabajo al día. A una persona previsora le costará mucho menos desconectar. Además contarás con la tranquilidad de acabar con las tareas previstas hechas, sin necesidad de postergar. Es muy importante que a la hora de organizarte seas coherente y realista.
- Aprende y practica la meditación. Es muy aconsejable que dediques tiempo a cuidar de tu cuerpo y de tu mente, para ello te recomendamos la meditación.
- Fija tu atención de manera consciente en otras cosas con la fórmula 5, 4, 3, 2, 1 que consiste en pensar en 5 cosas que podemos ver en ese momento, 4 cosas que podemos oír, 3 cosas que puedes sentir, 2 cosas que puedes oler y 1 que puedes saborear.
- Llena tu tiempo libre de actividades sociales. Si te quedas solo y sin planes, es muy posible que recurras a las tareas y proyectos profesionales que tienes entre manos, sin dejar espacio a la desconexión.
- Practica deporte, durante este tiempo tu mente no estará pensando en los estudios.
- Planea viajes y salidas que renueven tus energías y te hagan cargar pilas. Además, el planear y organizar viajes requiere de mucha dedicación, por lo que casi con toda seguridad te hará desconectar no solo durante el viaje sino durante su preparación.
Recuerda que desconectar no significa ser irresponsable. De hecho, nos permite rendir más cuando realmente estamos haciendo nuestras labores, resultando así más productivos.