Salir de la zona de confort en el día a día

Seguramente habrás oído hablar de la zona de confort, se refiere a un estado mental donde todo comportamiento nos lleva a evitar el miedo y la ansiedad, utilizando un comportamiento rutinario, consiguiendo un rendimiento constante sin asumir ningún riesgo.

Es una zona que solo abarca lo conocido, ese ambiente donde estamos a gusto y nos sentimos seguros porque todo está bajo nuestro control, pero la pasividad y la rutina provocan apatía y vacío existencial, impidiendo el crecimiento personal al renunciar a tomar iniciativas que ensanchen los límites de esa zona.

En muchos casos nos cuesta percibir esto como un problema, o el propio miedo y ansiedad nos hace negarlo como tal. Por eso, salir de la zona de confort puede ser complicado si se lleva mucho tiempo en ella. Hay que ser valiente para desconectar el piloto automático y tomar los mandos de tu vida.

Lo mejor es que empieces con pequeños objetivos, que al ir consiguiendo ganarás en autoconfianza y empezarás a creer en tu eficacia para alcanzar metas. A menudo, descubrirás que el miedo que tenías no era razonable.

Una buena técnica es mentalizarse para actuar en sentido contrario a lo que nos pida el cuerpo, asumiendo que un poco de ansiedad es positiva para mejorar nuestro rendimiento y aumentar nuestra flexibilidad mental.

En mayor o menor medida a todos nos ha pasado alguna vez, lo importante es saber cómo actuar a tiempo, pon en práctica nuestra técnica.