10 beneficios de la formación permanente. Si no has oído hablar del término inglés Lifelong Learning, o lo que es lo mismo formación permanente a lo largo de la vida, estás con un pie fuera del mercado laboral. ¿Por qué? Conseguir un empleo no debe ser un motivo para dejar de formarnos o desarrollar nuevas habilidades. Las empresas tienen en cuenta para valorar tu continuidad dentro de las mismas, tu capacidad de superación y adaptación a los cambios del mercado.
Este tipo de formación comprende todas las actividades de aprendizaje en la trayectoria educativa de una persona con el objetivo de aumentar el conocimiento y mejorar las competencias personales, cívicas, sociales y de empleabilidad. Puede ser formación presencial o formación online; también puede ser formación autodirigida.
Su principal diferencia con la educación consiste en que este tipo de aprendizaje es completamente voluntario y electivo. La meta principal es la mejora personal continua y se impulsa a través de la motivación de mejorar habilidades específicas para el provecho propio.
¿Cuáles son los 10 beneficios de la formación permanente? ¡No pares de aprender!
- Podrás crecer a nivel laboral adquiriendo nuevas habilidades relacionadas con el trabajo que realizas. Incluso enseñar a los demás algo que ya conoces.
- Te da acceso a nuevas y mejores oportunidades.
- Aprender algo nuevo nos mantiene activos y aumenta nuestra autoestima.
- Estimula el pensamiento positivo.
- Adquirir nuevos conocimientos y habilidades te ayudará a ser más productivo y mejorar tus tareas diarias, de forma que se harán de manera más ágil y rápidas, ahorrando tiempo y energía.
- Hacer algo diferente te permite conocer gente diferente y mejorar tu vida social y laboral.
- Estamos en constante cambio. Si dejamos de aprender, hará que nos estanquemos y posiblemente retrocedamos a nivel profesional.
- La formación continua aumenta nuestra creatividad y la capacidad de resolver problemas.
- Saldrás de tu zona de confort si pruebas cosas nuevas.
- Aumenta tu curiosidad y te abre a nuevos puntos de vista.
Sin duda los beneficios de la formación permanente son evidentes. La formación debe ser un hábito en cualquier profesional que quiera seguir siendo altamente productivo, versátil y capaz de superar todas las circunstancias que puedan sobrevenir.