A veces nos ocurre que disminuye nuestra productividad en las tareas que llevamos a cabo y no sabemos el motivo, por lo que difícilmente podemos ponerle solución. Algunas de las causas de la baja productividad son:
- Cansancio o falta de descanso. El cuerpo y la mente necesitan descansar para funcionar correctamente. Lo ideal es que una persona adulta duerma entre 7 y 9 horas diarias.
- Preocupaciones. Si no mantenemos a raya las preocupaciones, podemos terminar siendo poco productivos, incluso podemos sentirnos incapacitados para desempeñar cierta tarea. Es importante que practiques ejercicios de meditación que te ayuden a mantener un equilibrio mental.
- Conciliación familiar. A veces las responsabilidades y carga familiares son difícilmente compatibles con nuestra productividad. Es necesario que lleves a cabo una buena organización y seas consciente del tiempo del que dispones antes de marcarte cualquier objetivo. En el caso de los estudios, la formación online te ofrece la flexibilidad que necesitas.
- Falta de organización. En cualquier tarea o circunstancia la organización es fundamental para alcanzar lo objetivos. Gracias a la organización nos será más fácil sentar unas bases, trazar unos objetivos y medir los resultados.
- Mala alimentación. Para rendir al 100% y ser productivos debemos llevar una dieta equilibrada y saludable. Si no cuentas con la energía necesaria, tanto tu mente como tu cuerpo no van a responder a las exigencias del trabajo.
- Distracciones. El móvil, las redes sociales o un ambiente de trabajo con excesivo ruido y transcurso de gente es incompatible para la productividad. Busca un espacio de estudio o de trabajo tranquilo y silencioso que invite a la concentración.
Evita la falta de productividad conociendo las causas que la provocan, ¡cada día estarás más cerca de tus objetivos!